Opinión 

Juicio a gobernadores – Isidoro YESCAS

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Isidoro YESCAS

Obligado por los magros resultados electorales de la pasada contienda, el PRI ha iniciado un proceso de enjuiciamiento de algunos de sus gobernadores mas criticados por su enriquecimiento a costa del erario público y  abusos de poder al punto que, aún con el riesgo de enfrenar algunas disidencias y/o rupturas, ya dio el primer paso con la suspensión temporal de sus derechos políticos como militante del PRI del gobernador de Veracruz, Javier Duarte.

Y la medida podría replicarse con los gobernadores de Chihuahua, Cesar Duarte , el de Quintana Roo, Roberto Borge y otros dos gobernadores que el SAT de la Secretaría de Hacienda ya investiga por presuntos delitos relacionados con desvío de recursos públicos y peculado.

Habrá que subrayarlo: a la dirigencia nacional del PRI, con el apoyo de Los Pinos, no le ha quedado otra alternativa que tomar la iniciativa  para tomar distancia de gobernadores cuya conducta privada y pública catapultó su derrota en estados tan importantes como Veracruz , pero  en condiciones similares se encuentran  otras entidades que siempre estuvieron bajo control del PRI y  en donde por vez primera hubo alternancia política en el poder ejecutivo, sobre todo por los abusos de poder y la corrupción de los gobernadores en turno.

Pero la corrupción y el enriquecimiento sexenal no es propio de los gobernantes del PRI pues con gobernadores surgidos de las filas del  PAN y el PRD también se han presentado casos similares.

E Puebla, Morelos y Oaxaca, entre otros,  los medios de información locales y nacionales han evidenciado que el endeudamiento público de estos gobiernos y los problemas financieros que hoy enfrentan se explican, en buena medida, por la discrecionalidad y opacidad con la que administraron los recursos públicos, pero también por la corrupción que permeó en la asignación de  todo tipo de contratos y en la asignación de la obra pública.

En el caso de Oaxaca, y a solo dos meses de que concluya el gobierno del cambio, es público y notorio que el gobierno del estado se encuentra en virtual quiebra financiera y de ahí su intento para salvar sus compromisos económicos con becarios, IEEPO, proovedores locales y nacionales, medios de información,  partidos políticos y sus propios trabajadores por la vía de una nuevo endeudamiento público.

De acuerdo a lo establecido en la Ley federal de disciplina financiera, en los últimos tres meses de su período constitucional ningún gobierno (estatal o municipal) puede contraer “obligaciones “financieras ( leáse créditos) .

Sin embargo, desde el gobierno que en el 2010 ofreció transparencia, eficacia y honestidad en el ejercicio de los recursos públicos, se intensifican los cabildeos con la  LXII Legislatura local y la propia SHCP para obtener un nuevo préstamo  por  2,500 millones y así sumar esta cantidad a la “histórica” e impagable  deuda pública de Oaxaca.

En los hechos, y si esto ocurriera, lo que atestiguaremos será una maniobra política para, a cambio de “sanear” las finanzas estatales, promover un crecimiento exponencial de la deuda pública y con ello imponer un serio dique financiero al  nuevo gobierno para cumplir con sus primeros compromisos de campaña.

Twitter: @YescasIsidoro

Septiembre 29 del 2016.

 

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